OpenAI rechazó cualquier responsabilidad en el suicidio de Adam Raine, un joven de 16 años que mantuvo interacciones con ChatGPT. Argumentan que el caso deriva de un “uso indebido” de la herramienta por violación de sus términos de servicio.
En documentos presentados ante el Tribunal Superior de California, sostuvo que las lesiones fueron causadas por uso “no autorizado, imprevisible e inapropiado“. La tecnológica respondió así a la demanda interpuesta por los padres del adolescente fallecido.
Matt y Maria Raine acusan al chatbot de “ayudar activamente” a su hijo a explorar métodos de suicidio. Los demandantes consideran que OpenAI y su director Sam Altman son responsables por comercializar GPT-4o sin resolver problemas de seguridad.
Sin embargo, OpenAI destacó que Raine violó múltiples reglas de los términos del servicio. Entre ellas, la prohibición expresa para menores de 18 años sin supervisión parental y las restricciones sobre contenidos relacionados con autolesiones.
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La empresa enfatizó que ChatGPT incluye advertencias sobre no depender de sus respuestas como única fuente de verdad. Reveló que la herramienta insistió más de cien veces para que el joven buscara ayuda profesional durante sus conversaciones.
Asimismo, subrayó que el trágico desenlace respondió al rechazo de Raine de “atender advertencias y buscar ayuda“. La compañía también señaló la “falta de respuesta de otros a sus signos evidentes de angustia” como un factor determinante.
La empresa estadounidense concluyó que su respuesta judicial incluye “hechos difíciles sobre la salud mental de Adam y sus circunstancias de vida“. Precisó que la demanda original mostraba fragmentos que requieren contexto completo.






