Una ola de calor extrema ha cobrado vidas en la República Checa, donde han muerto casi todos los peces del lago Modlanska, causando la recolección de más de 11 toneladas de pescado muerto desde el pasado fin de semana. Este fenómeno, evidenciado por la alta temperatura, ha dejado a pescadores y voluntarios trabajando arduamente para limpiar el lago.
Jan Skalský, portavoz de la Asociación Checa de Pesca, informó que se recogieron 4,500 kilos de peces muertos el domingo y otros 7,000 kilos el lunes. La temperatura en esta área ha superado los 30 grados durante el día y no baja de 20 grados por la noche, lo que ha derivado en una crítica falta de oxígeno en el agua, según expertos.
El lago, que mide 41.6 hectáreas, es conocido por su pesca deportiva donde habitan diversas especies como lucioperca, bagre y carpas. Sin embargo, la contaminación por sedimentos contribuye a la proliferación de cianobacterias, lo cual agrava la situación. Este crecimiento de algas consume el oxígeno necesario para la supervivencia de los peces.
La situación en el lago Modlanska obliga a la necesidad de un proceso de revitalización que incluirá la eliminación de sedimentos, un esfuerzo que será tanto económico como técnico debido a las antiguas obras mineras en la zona.
Es esencial tomar nota de los efectos del cambio climático y la contaminación, que agravan fenómenos naturales como estas olas de calor, con consecuencias devastadoras para la vida acuática y el ecosistema en general. Se anticipa un futuro incierto para este ecosistema a menos que se tomen medidas efectivas.