
Una denuncia ciudadana por el presunto maltrato a más de 60 perros en el Centro de Bienestar Animal de Santa Catarina provocó una ola de indignación en Nuevo León y escaló rápidamente hasta convertirse en un enfrentamiento político.
Grupos protectores de animales difundieron imágenes y testimonios que apuntan a condiciones insalubres, desnutrición y falta de atención veterinaria, lo que detonó protestas en las puertas del albergue desde la noche del 14 de septiembre.
La Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León intervino de emergencia el albergue municipal tras recibir las denuncias. Durante la inspección, las autoridades constataron registros irregulares y deficiencias en la limpieza de los espacios donde se albergaban los animales.
Como medida cautelar, 34 perros en estado crítico fueron llevados bajo custodia al Centro Estatal de Atención Animal, mientras que otros 33, diagnosticados con alguna enfermedad contagiosa, permanecen en el sitio a la espera de un nuevo refugio temporal.
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El alcalde morenista de Santa Catarina, Jesús Nava, rechazó las acusaciones de crueldad y afirmó que se trata de un linchamiento político impulsado por Movimiento Ciudadano. Nava aseguró que los perros “están vivos y en tratamiento”, y calificó de “difamación” las versiones que hablan de sacrificios masivos o muertes por abandono.
En la capital del estado, el gobernador Samuel García ordenó la clausura inmediata del Centro de Bienestar Animal y anunció que se interpondría una querella contra quienes resulten responsables de omisiones o actos de crueldad. García calificó de “totalmente inaceptable” la gestión del albergue.
La indignación social derivó en una protesta pacífica que desembocó en enfrentamientos con la policía municipal durante la verbena del Grito de Independencia. Cuatro manifestantes fueron detenidos por desobediencia y daños a la vía pública, mientras que organizaciones civiles denunciaron uso excesivo de gas lacrimógeno y tratos denigrantes a activistas que exigían justicia para los animales afectados.
