El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el pasado lunes un decreto que busca la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio importados a EU, que entrarán en vigor el 12 de marzo.
“Sin excepción ni exención. Y eso se aplica a todos los países“, declaró Trump
Estos nuevos aranceles se sumarán a los ya existentes del 25% sobre bienes mexicanos y canadienses, que actualmente se encuentran suspendidos hasta el 1 de marzo. De no levantarse, el total de aranceles aplicados tanto al acero y aluminio de México y Canadá aumentará hasta el 50% a partir del 12 de marzo.
Trump justificó esta medida alegando riesgos para la “seguridad nacional”, aparte de México esta imposición afecta incluso a aliados económicos como Argentina, Australia, Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido.
Brasil, Japón y Corea del Sur también perderán las exenciones que disfrutaban para el acero y sus derivados.
En respuesta, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, instó al presidente Trump a actuar con “sentido común” y evitar decisiones que puedan perjudicar las relaciones comerciales construidas en las últimas cuatro décadas.
“Dice a veces el presidente Trump, ‘sentido común’. Bueno, pues le tomamos la palabra: sentido común, no balazo en el pie, no destruir lo que hemos construido los últimos cuarenta años”, declaró Ebrard.
El canciller también subrayó que la medida es injustificada debido a la balanza comercial entre ambos países. “Estados Unidos nos vende más, entonces no se justifica esa tarifa”, aseguró, agregando que el país vecino tiene un superávit de casi 6 mil 897 millones de dólares en la relación comercial con México, según cifras oficiales estadounidenses de 2024.
Por su parte, Japón ha solicitado formalmente a Estados Unidos ser excluido de estos aranceles. El portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, confirmó la petición y señaló que el país está evaluando el impacto económico de esta medida para determinar posibles respuestas.
Editado por: Angel Reynel
