El gobierno del Reino Unido investiga un presunto incidente de ciberseguridad donde documentos confidenciales del Ministerio de Asuntos Exteriores habrían sido comprometidos.
La investigación se da a conocer públicamente después de que el diario The Sun revelara que el grupo de hackers Storm 1849, vinculado según el reporte al gobierno chino, podría haber accedido a información sobre decenas de miles de visados.
El ministro de Comercio, Chris Bryant, intentó bajar el tono a la polémica al señalar que el gobierno evalúa un “riesgo bastante bajo” de que se haya afectado información personal de ciudadanos. Respecto a la autoría del ataque y su posible vínculo con China, Bryant afirmó a la BBC que tales señalamientos son “pura especulación”.
Este evento ocurre en un momento crucial para la relación bilateral. El gobierno del primer ministro Keir Starmer busca reconstruir los lazos comerciales y diplomáticos con Beijing, dañados por acusaciones previas de espionaje y preocupaciones sobre derechos humanos.
En medio de este acercamiento, se informa que Starmer planea realizar una visita oficial a China a finales de enero, la primera de un mandatario británico desde 2018.
El incidente cibernético también se enmarca en otras tensiones diplomáticas pendientes. El gobierno británico ha pospuesto una decisión sobre el proyecto de China para construir una nueva y amplia embajada en Londres, ante señalamientos de que el complejo podría ser utilizado con fines de espionaje.






