La arquitecta y especialista en planificación urbana Emma Regina Morales, egresada de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), presentó ante estudiantes de esta institución su libro The Gated City: Planning Practice and the Challenges of Urban Fragmentation in Mexico. Durante el encuentro, la autora reflexionó sobre los retos que enfrentan las ciudades contemporáneas ante la creciente fragmentación urbana y la disminución de espacios públicos.
“El gran reto para el arquitecto del futuro será plantearse el cómo recuperar los espacios públicos en beneficio de todos, específicamente en la movilidad de las personas y su seguridad”, afirmó Morales, al referirse a la proliferación de fraccionamientos cerrados, parques restringidos, centros comerciales exclusivos y estadios con áreas VIP.
La académica expuso que, históricamente, lo público fue considerado un espacio de desorden o de manifestaciones, mientras que lo privado era asociado con el arte y la virtud. Sin embargo, subrayó que existía un equilibrio entre ambos que hoy se ha perdido. Ejemplificó con la transformación de estadios y parques en lugares de acceso limitado, lo que impide la interacción social y rompe la continuidad urbana.
En su análisis, Morales señaló que la búsqueda de seguridad ha impulsado dinámicas que refuerzan esta fragmentación, como la prioridad de contar con estacionamientos o servicios de autoservicio por encima de la calidad de los espacios de convivencia. “Ahora es más importante si tienes dónde estacionar tu coche sobre la calidad de la comida, porque nuestro mundo actual está relacionado con lo que consideramos seguro”, puntualizó.
La especialista llamó a los futuros arquitectos a recuperar la escala humana de las calles, diseñando manzanas transitables y accesibles al transporte público, con condiciones que ofrezcan seguridad tanto a peatones como a automovilistas. “No es posible que yo que vengo en coche haga dos minutos y tú que vienes en transporte público hagas dos horas y media… Tendríamos que llegar en el mismo tiempo, pero con garantías de que ninguno de los dos haremos más de media hora. Esa es la ciudad a la que tendríamos que estar aspirando”, expresó.
Al concluir, la autora alentó a la comunidad estudiantil de la UDLAP, institución que este año celebra 85 años de historia y 55 de presencia en Puebla, a repensar proyectos arquitectónicos que promuevan plazas y parques abiertos, dejando atrás la idea de que la seguridad solo se logra mediante el cierre de espacios.






