El estado de Puebla ha iniciado una profunda transformación en su sector agrícola, invirtiendo más de mil millones de pesos en maquinaria, insumos y programas de seguridad agroalimentaria desde que Alejandro Armenta asumió la gobernatura. Esta estrategia se centra en la búsqueda de bienestar, justicia y soberanía alimentaria y abarca las 27 regiones productivas del estado.
Según el gobernador, más de 600 mil hectáreas dejan de sembrarse anualmente debido a la falta de recursos adecuados. Para revertir esta tendencia, el gobierno ha implementado medidas concretas como la dotación de tractores, drones y combustible gratuito. “La tierra no puede seguir abandonada. Reactivarla es romper el círculo vicioso de la pobreza”, afirmó Armenta en una reciente rueda de prensa.
La estrategia se fundamenta en un enfoque humanista que apoya el Gobierno de la República bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum. “En lugar de museos ostentosos, hay un tractor en cada ejido. Pensamos diferente”, añadió el gobernador. Esta tecnificación del campo, inspirada en modelos de países como China y Japón, se concibe como una vía para impulsar la economía agroindustrial de Puebla.
Las universidades públicas están colaborando con esta iniciativa. Instituciones como CECyTE han comenzado a adaptar sus planes de estudio para promover vocaciones en el ámbito agrícola y de turismo rural, lo que fomenta la autosuficiencia alimentaria y el arraigo territorial en la comunidad. La estrategia se complementará con la marca “Puebla Cinco de Mayo”, que busca dar visibilidad y calidad a los productos agroindustriales en el mercado nacional e internacional.
Ana Laura Altamirano, secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, reportó que más de 35 mil familias de 211 municipios han recibido apoyo directo. Se planea atender 100 mil hectáreas de cultivo con maquinaria, y 16 mil hectáreas afectadas por plagas están siendo protegidas mediante métodos de control biológico. Además, más de mil 400 mujeres rurales han recibido capacitación para transformar materias primas en productos de alto valor comercial.
Desde la promoción del café arábigo hasta la producción pecuaria de traspatio, el gobierno poblano está apostando por agregar valor y justicia comercial en los procesos agrícolas. Bajo esta visión, se están impulsando programas que han generado hasta 680 millones de pesos en créditos destinados a pequeñas y medianas empresas rurales.
Los testimonios de productores como María Rosalba Moroni demuestran el impacto positivo de este programa: “Hoy están sembradas al cien por ciento gracias al tractor, el dron y los insumos. Por fin nos voltearon a ver”, expresó. Asimismo, Pascual Hernández, campesino de Tlahuapan, comentó: “gracias a este apoyo, volvimos a trabajar el campo que estaba olvidado”.





