La oposición en México se resquebraja tras la decisión del PRI de acompañar a Morena en la permanencia del Ejército en tareas de seguridad hasta el año 2028, para salvar el pellejo de su defenestrado presidente Alejandro Moreno Cárdenas.
No fue coincidencia que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien durante semanas dosificó la tortura a “Alito” cancelara la transmisión de audios en su talkshow “Los Martes del Jaguar”, argumentando temas jurídicos, ni tampoco que el PRI contribuyera al empoderamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Alejandro Moreno ha transitado de la conveniencia a la traición. Y ahora que la coalición Va por México parece entrar en su etapa final, hay priistas poblanos preocupados por su futuro inmediato, porque sin el PAN quedarían sin posiciones de segunda mano (regidurías, subsecretarías o direcciones).
Con sabia razón Enrique de la Madrid Cordero, hijo del ex presidente de México, Miguel de la Madrid, asegura: “El PRI tiene más votos que prestigio y el PAN tiene más prestigio que votos”. En esta dualidad, cómo podrían los priistas sobrevivir a la debacle de la coalición electoral, cuando López Obrador fortalecerá el programa de pensiones en 2024 (su base electoral) y los panistas han quedado molestos por extender la militarización.
El propio Enrique, en una visita a la ciudad de Puebla, señaló que la alianza es la única lancha que tiene la oposición para enfrentar la fuerza de AMLO, visto como un caudillo todopoderoso por aquellos mexicanos que castigaron al PRIAN por su tolerancia con la corrupción e ineficiencia en combatir la desigualdad social.
“Estamos en un barco en proceso de hundirse que amerita una alianza nacional porque hay salida, hay camino, hay lancha y hay puerto seguro”, expresó el ex secretario de Turismo federal en el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuestionado sobre los escándalos e investigaciones contra el ex presidente: “Yo no respondo por irregularidades y errores de otros”.
En su experiencia pública-privada en los sectores bancario, exportador, rural y académico, dijo que el gobierno de López Obrador ha profundizado la pobreza con 44 por ciento de la población, 16 millones de mexicanos sin acceso a salud y un sistema educativo sin rumbo.
Acerca del creciente problema de inseguridad pública, admite que no fue inventada por la 4T, pero ha empeorado, pese a los otros datos que sostienen la verdad simulada en Palacio Nacional acerca de que la estrategia de “abrazos, no balazos” contribuye a reconstruir la paz.
De la Madrid considera que la tendencia política es autoritaria con una sociedad polarizada, desanimada y un grupo de mexicanos resignados a creer que la pandemia o la herencia neoliberal es la mejor justificación de AMLO para mantener la falta de resultados.
Bajo su tesis de que muchas mentiras no cambian la realidad, también acepta que la alianza política se conserva desarticulada y sin comunicación efectiva, aunque no es pretexto para cruzarse de brazos.
Los periodistas convocados por Enrique de la Madrid escucharon de su propia voz, que no se define como priista, pero no descarta cualquier oportunidad política que le abra la puerta como candidato presidencial. Veremos si logra unirse a la lista de corcholatas votables ahora que la oposición sufre herida de muerte.
Por: Patricia Estrada
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