El Papa León XIV dio inicio oficial a su pontificado este domingo con una misa solemne celebrada en la Plaza de San Pedro, ante una multitud estimada de 200 mil peregrinos, líderes mundiales y dignatarios, incluidos el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
La ceremonia, cargada de simbolismo y tradición, marcó el comienzo del ministerio de León XIV como el 267º sucesor de San Pedro.
León XIV hizo su entrada en la plaza a bordo del papamóvil, saludando a los fieles. La misa, que comenzó en el interior de la Basílica de San Pedro y continuó en la plaza, incluyó la entrega de dos símbolos papales: el palio de lana de cordero, que representa su rol como pastor, y el anillo del pescador, grabado con la imagen de San Pedro, símbolo de su autoridad.
En su homilía, pronunciada con un tono sereno pero firme, León XIV llamó a la unidad en una Iglesia y un mundo polarizados.
“Construyamos una Iglesia fundada en el amor de Dios, un signo de unidad, una Iglesia misionera que abra sus brazos al mundo”, declaró, haciendo eco de temas del pontificado de su predecesor, Francisco, pero con un énfasis en preservar “la rica herencia de la fe cristiana”.
El Papa también abordó conflictos globales, describiendo a Ucrania como “martirizada” y pidiendo una “paz justa y duradera”, mientras expresó preocupación por la situación humanitaria en Gaza.
El pontífice, de 69 años y originario de Chicago, mostró momentos de emoción durante la ceremonia, especialmente al recibir los símbolos papales. En un gesto espontáneo, rompió el protocolo al abrazar a su hermano mayor, Louis Prevost, quien asistió junto a su esposa.
La ceremonia, que coincidió con un cálido día romano, fue descrita por los asistentes como un momento de esperanza y renovación.
