El partido entre CA Independiente y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana fue suspendido al medio tiempo por violencia entre hinchas en el estadio Libertadores de América, en Buenos Aires.
De acuerdo con autoridades, al menos doce personas resultaron heridas y más de 100 fueron detenidas después de los incidentes con lanzamiento de objetos desde la tribuna visitante.
El conflicto habría comenzado cuando la barra de Independiente ingresó a la tribuna, donde se encontraban algunos hinchas chilenos, lo que desató fuertes agresiones.
Pese al operativo policial y desalojo de hinchas chilenos, las agresiones continuaron y el árbitro Gustavo Tejera decidió suspender el encuentro con el marcador 1-1.
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Ante esto, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció oficialmente la cancelación del partido de vuelta entre ambas escuadras, y queda a la espera de la resolución correspondiente.
Asimismo, se encuentran recopilando datos para remitirlos a la Unidad Disciplinaria y aplicar sanciones correspondientes. Reafirmó su compromiso para erradicar la violencia en el fútbol.
Por su parte, el presidente chileno, Gabriel Boric, condenó los hechos en X, responsabilizando a las barras y a la organización, y pidió que la justicia determine a los culpables.
El presidente del equipo chileno, Michael Clark, se reunió con los directores del Hospital Fiorito, en Argentina, donde ocho fueron dados de alta y cuatro permanecen hospitalizados; uno en terapia intensiva y dos podrían ser dados de alta hoy.
