Aarón Solís Santiago tenía 32 años, era padre de un niño de 13 y de una bebé de 3 meses de edad que quedaron en la orfandad, después de que su papá muriera intoxicado en labores de mantenimiento de la presa de Valsequillo de una empresa que trabajaba para la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por lo que su familia exige justicia.
En entrevista con Oro Noticias, su hermana Joselin Solís denunció que, a pesar del riesgo de su trabajo, Aaron no contaba con el equipo necesario ni tampoco con las prestaciones mínimas a las que debe estar obligada una empresa.
Aarón –el hermano mayor de tres– estaba por cumplir un año en la empresa; los primeros seis meses no tenía ni seguro y en varias ocasiones advirtió a su familia que el equipo que les daban era básico, apenas una mascarilla que no lo protegía lo suficiente.
“Muchas veces yo lo escuchaba que era un trabajo muy peligroso y aparte que no daban como tal ni un curso de capacitación ni algo que los cuidara; él siempre estuvo en riesgo”, señaló.
La firma para la que trabajaba y fue contratada por Conagua usaba tres razones sociales, dos de ellas identificadas por la familia de Aarón como Electromecánica hidráulica y la otra Proyectos, estudios y servicios en ciencias e ingeniería agrícolas S.A. de C.V.
La empresa a veces lo enviaba a los pozos de Veracruz, a veces solo con una casa de campaña, ya que no les pagaban el hotel a sus trabajadores; tenía jornadas hasta de 12 horas al día sin pago de tiempo extra y con mucho riesgo.
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Sin embargo, dice su hermana, debido a la necesidad de mantener a sus hijos y apoyar a sus padres, aceptaba continuar en este trabajo.
La noche en la que murió, del 22 de octubre de 2025, acudió un equipo de cinco personas a Valsequillo; una de ellas no quiso entrar y los demás bajaron, entre ellos Aarón, quien perdió la vida.
Su familia lo buscó esa noche, al enterarse de lo sucedido; al siguiente día en la Fiscalía General del Estado (FGE) se presentaron representantes de la Conagua y de la empresa, en donde se hicieron cargo de los gastos funerarios, pero desaparecieron al día siguiente.
La familia de Aarón exige justicia, así como una indemnización para los hijos de Aarón que quedaron desprotegidos, al considerar que fue la empresa que contrató Conagua la que no brindó la protección necesaria al joven para realizar su trabajo.
Reprochó que la Conagua también quiera deslindarse de la situación, cuando el incidente ocurrió en sus instalaciones.
“Lo que nosotros queremos es que realmente se haga justicia, porque la verdad ya han pasado tres semanas, pero no nos dan nada, no nos dicen nada, nadie se comunica con nosotros, a nuestro abogado le están dando largas y yo creo que tampoco se vale”, agregó.
Editor: César A. García






