Se dice con justa razón que “a la gorra ni quién le corra”. La expresión goza de cabal salud cuando una de las notas principales de este fin de semana se convirtió en el lleno total de la Plaza de la Constitución por 110 mil espectadores que poco les importó los problemas de conectividad que supone el cierre total de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro por las labores de mantenimiento; gustosos, casi frenéticos, acudieron a un concierto masivo de “La Maldita Vecindad” costeado con los recursos públicos del gobierno de una señora que en pleno proselitismo extemporáneo quiere ser la primera presidenta de México.
No sería la primera vez que la excentricidad populista raya en imprudencia sanitaria. Hace un mes Claudia Sheinbaum, recluida en un modesto y solitario departamento tras haber dado positivo a Covid-19, festejaba el triunfo de haber logrado concentrar 14 mil 299 feligreses que se prestaron para romper el récord Guinness en razón de “la clase de box más concurrida del mundo”. Un logro impostergable para la capital del país en pleno asenso, por aquellos días de junio, de la 5ta Ola de contagios de Covid-19.
Quizá mis señalamientos de negligencia sanitaria estén cargados de exageraciones sin fundamento y hasta de “misoginia” innecesaria, diría más de una feminista de anaquel.
Vayamos a los indicadores para salir de prejuicios y dudas: la curva de contagios en Ciudad de México –con corte a este fin de semana– ya experimenta los primeros días de un descenso lento pero sostenido, no obstante aún existen 89 mil 262 infecciones activas de Covid-19 oficialmente reconocidas; se trata del 27.06 por ciento de la totalidad de los casos activos a nivel nacional.
El dato se ha visto reflejado en las hospitalizaciones: diariamente la CDMX reporta 78.4 ingresos en promedio a causa del virus; cifra únicamente superada por el Estado de México con 82.1 nuevos pacientes hospitalizados cada 24 horas.
Por su parte, la tasa de positividad sigue siendo escandalosamente alta: 61.2 por ciento, sólo 7.2 por ciento inferior con respecto a la marca nacional.
Desde luego la actual incidencia de contagios no se ve reflejada en los campos santos, gracias a la combinación de dos factores simples: lo extendido de los esquemas de vacunación junto con el hecho contundente de que las variantes de Ómicron que están apoderándose de los resultados positivos de las pruebas de laboratorio han resultado significativamente menos letales que en olas anteriores.
Y sin embargo, Ciudad de México registra un promedio diario de 5.7 decesos -2.7 más que el Estado de México- a causa del Covid-19, cifra que equivale al 21.4 por ciento del total de la mortalidad registrada en el marco de la Quinta Ola de contagios. En pocas palabras señora Sheinbaum, no era momento para su “Maldita Vecindad”, pero todo sea por la salud de sus aspiraciones políticas.
Por Enrique Huerta