
La detección del huachicoleo de agua en Puebla inició a través de denuncias ciudadanas ante la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que después la Conagua pudo hacer seis cateos e inspecciones en diferentes puntos de la entidad donde hay pozos irregulares que se dedican a la distribución irregular de pipas.
En entrevista con Oro Noticias, René González Huerta, titular de la Unidad Jurídica de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Puebla, indicó que las carpetas de investigación se realizan por explotar aguas nacionales sin concesión.
Explicó que por el momento solo en dos municipios se han realizado estas acciones en conjunto con la FGR: Tehuacán y Ajalpan.
Estos cateos los realiza en conjunto con la FGR, Guardia Nacional y Ejército Mexicano, además de la policía estatal y la Fiscalía General del Estado (FGE).
Además, sin abundar, dijo que hay procedimientos administrativos en la mayoría de los municipios de Puebla, que también explotan el agua sin concesión.
González Huerta aseveró que los responsables del huachicoleo del agua son personas físicas, quienes perforan los pozos y explotan agua sin título de concesión.
La Conagua seguirá con la revisión de los pozos y que cuenten con cada uno de los títulos de concesiones.
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Se pueden regularizar
A pesar de explotar el agua ilegalmente, los huachicoleros del agua tienen oportunidad de regularizar su situación, si el acuífero tiene disponibilidad y se garantiza el “derecho humano al agua”.
Recordó que infringen los artículos 149 y 50 de la Ley General de Bienes Nacionales, mismos en los que se establece la obligación de cualquier ciudadano de explotar aguas nacionales con concesión.
El 24 de septiembre pasado, la Conagua informó que se clausuraron dos pozos clandestinos en Tehuacán, usados para el llenado y venta ilegal de hasta 200 o 300 pipas a diario, lo cual es un delito federal.
El 22 de octubre en Ajalpan, se clausuró un pozo clandestino, hubo 16 personas detenidas y el aseguramiento de tres pipas en un predio donde operaba una maquiladora textil.
Editor: César A. García





