En Austria entró el vigor una nueva ley que permite el suicidio asistido a pacientes con enfermedades crónicas o estado de salud crítico.
Meses atrás, las autoridades del parlamento nacional aprobaron la despenalización del suicidio asistido y a partir del 1 de enero entró en vigor.
Los pacientes que requieran este servicio deberán de pasar algunas pruebas psicológicas para determinar su salud mental antes de tomar esta medida; además, se deberá presentar un diagnóstico clínico que justifique su decisión.
La solicitud de suicidio asistido estará sujeta al diagnóstico de dos médicos, un periodo de reflexión y una notificación certificada ante un notario.
Cumplidos los puntos anteriores, el solicitante recibirá una receta médica que autorice el uso y compra de medicamentos letales.
Quedan excluidos de este proceso a personas menores de edad y ampara a adultos con pocas probabilidades de recuperación clínica.
Esta medida ampliará el presupuesto destinado a los medicamentos y cuidados paliativos en el país, pero la asistencia activa al suicidio seguirá penada.
Cabe recalcar que este procedimiento es diferente a la eutanasia debido al administrador de medicamentos. En la eutanasia el médico administra los medicamentos letales; sin embargo, en el suicidio asistido es el paciente quien consume los fármacos.
Actualmente la eutanasia activa es legal en solo siete países: Canadá, Colombia, España, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Nueva Zelanda, cinco estados de Australia y algunos territorios de Estados Unidos.
Por: Redacción
Editor: Alejandro Rojas
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