El Gobierno del Estado de Puebla reafirmó su compromiso con el bienestar de las comunidades rurales mediante la entrega de autorizaciones del Programa de Apoyo a la Infraestructura Hidrológica, estrategia conjunta con la federación que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum. Con una inversión histórica de 73.1 millones de pesos, la iniciativa beneficiará directamente a más de mil 500 productoras y productores de 32 municipios, priorizando el uso eficiente del agua en la producción agropecuaria.
En el acto, el gobernador Alejandro Armenta, acompañado de su esposa Ceci Arellano, resaltó que este esfuerzo refleja la transformación del campo poblano a través de la coordinación con la federación. Destacó que cada dependencia federal actúa con voluntad de la presidenta y puso como ejemplo a Conagua. También celebró la puesta en marcha de 54 proyectos de tecnificación, entubamiento, rehabilitación y uso de energía solar para optimizar el riego y mitigar la sobreexplotación de acuíferos.
Armenta anunció, además, que Puebla avanza en la instalación de módulos de maquinaria agrícola y centros estratégicos de seguridad para fortalecer las zonas productivas. Subrayó que la cosecha de energía solar permitirá reducir costos energéticos y aumentar el valor agregado de los productos del campo.
La secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano, explicó que el programa busca incrementar la productividad y resiliencia frente al cambio climático mediante infraestructura moderna. Informó que se tecnificarán y rehabilitarán 2 mil 700 hectáreas, lo que permitirá eficientar el uso del agua entre un 75 y 95 por ciento, a través de proyectos como paneles solares, sustitución de equipos de bombeo y mejoras en unidades de riego.
Por su parte, la directora local de Conagua en Puebla, Beatriz Torres Trucios, señaló que esta acción responde a la instrucción de la presidenta Sheinbaum de garantizar el derecho humano al agua. Enfatizó que la coordinación entre productores, gobierno estatal y federación es inédita y abre una nueva etapa en favor de la soberanía alimentaria y tecnológica del país.
Este programa demuestra que, con corresponsabilidad, el agua deja de ser un factor de conflicto para convertirse en un motor de desarrollo sostenible. Con ello, Puebla avanza hacia un campo más justo, resiliente y productivo, en sintonía con la visión del Plan Nacional Hídrico 2024-2030.
