Después de dos años, las calles de Puebla volvieron a ser testigos del fervor y devoción que cientos de fieles católicos profesan durante la Procesión de Viernes Santo, celebración que reunió a ocho imágenes religiosas este 2022.
Entre aplausos, ovaciones y lágrimas, las poblanas y poblanos observaron con emoción la procesión que partió desde el atrio de la Catedral minutos después de las 12:00 horas y que culminó en el mismo lugar, tras un intenso recorrido.
Las altas temperaturas no fueron impedimento para que miles de personas formaran vallas humanas en el primer cuadro de la ciudad, con el objetivo de presenciar la celebración religiosa que fue pausada por la pandemia de Covid-19.
Minutos antes del arranque el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, se dio cita a las puertas del templo mayor acompañado por su esposa, la señora Rosario Orozco Caballero, así como por sus hijos, Miguel y Rosario.
En el lugar fueron recibidos por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, quien, junto al rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Emilio Baños Ardavín, encabezaron el primer contingente de la procesión.
Entre las imágenes que fueron veneradas por los feligreses se encontraba el Señor de las Maravillas, el Santo Niño Doctor de Tepeaca, el Señor de las Tres Caídas, Jesús de Nazareno, la Virgen de Dolores y la Virgen de la Soledad.
Este año se unió a la peregrinación el Jesús de la Misericordia por primera vez; mientras que el Cristo de la Expiación se quedó dentro de la Catedral.
Como parte de su mensaje de reflexión, Monseñor Sánchez Espinosa hizo un llamado para que los fieles católicos no dejen pasar la oportunidad de vacunarse contra Covid-19.
Lo anterior, con el objetivo de seguir teniendo herramientas de prevención de contagios, pues recordó que la propagación del virus fue el principal motivo para que la Procesión de Viernes Santos se suspendiera por dos años consecutivos.
Además pidió por la paz, el respeto y amor hacia la vida y por un freno a la violencia en la entidad poblana.
Por: Vera Fernández
Editor: Guillermo Pérez Leal
