El gobierno de Daniel Noboa ha presentado una denuncia por intento de asesinato contra el mandatario tras un incidente ocurrido durante su traslado a un acto en la provincia de Cañar, donde aproximadamente 500 manifestantes indígenas bloquearon su caravana y lanzaron piedras contra el vehículo presidencial.
Los detenidos, tras arrojar piedras y palos, serán procesados como terroristas.
La ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, afirmó ante la Fiscalía que además se encontraron “signos de bala” en el automóvil, aunque no hay información independiente que lo confirme.
El ataque ocurre en el decimosexto día consecutivo de protestas indígenas contra la eliminación del subsidio al diésel -implementada en septiembre- que ha elevado drásticamente los costos de vida para agricultores y comunidades originarias.
Las movilizaciones, convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), también exigen la reducción del IVA del 15% al 12% y rechazan la consulta popular sobre una Asamblea Constituyente prevista para noviembre.
Equador: Presidente de direita sofre ataque a tiros
— Fernanda Salles (@reportersalles) October 7, 2025
Daniel Noboa, presidente do Equador, escapou de uma tentativa de assassinato. Ele foi alvo de um ataque a tiros contra o veículo em que viajava nesta terça-feira, confirmou a ministra do Meio Ambiente e Energia, Inés Manzano. pic.twitter.com/n49MavKvKM
La criminalización de la protesta social
Noboa respondió calificando a los manifestantes de “vándalos” durante un discurso en Cuenca, asegurando que “esas agresiones no se aceptan en el nuevo Ecuador” y prometiendo que “la ley aplica para todos”.
Las autoridades ya detuvieron a cinco personas que serán procesadas por terrorismo e intento de asesinato, mientras organizaciones de derechos humanos denuncian detenciones arbitrarias que incluyen a mujeres de la tercera edad.
Este episodio se enmarca en un escalamiento de la tensión social que incluyó la reciente expulsión del periodista español Bernat-Lautaro Bidegain, quien cubría las protestas para el medio Globalat. La presidencia ecuatoriana justificó la deportación considerándolo una “amenaza para la seguridad”, en lo que organizaciones internacionales han calificado como un patrón de restricción a la libertad de prensa.
La CONAIE mantiene su convocatoria de huelga nacional, aunque con presencia limitada a cinco de las 24 provincias, en un movimiento que evidencia la profundización del conflicto entre el ejecutivo y los movimientos sociales históricamente marginados.
