Precandidatura imparable

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Pepe Chedraui ya tiene en sus manos la precandidatura de la megacoalición ‘Sigamos Haciendo Historia’ a la Presidencia Municipal de Puebla. ¿Quién podría decir lo contrario después del alud de declinaciones a favor del empresario imparable? Nora Merino, Mónica Silva, Gabriel Biestro, Leobardo Rodríguez, Toño López y José Iván Herrera, cada uno a su estilo ha reconocido que la 4T no cuenta con un mejor perfil para recuperar el Ayuntamiento de la capital de la entidad.

Aquí se lo advertimos en tiempo y forma, en mi columna del pasado 28 de noviembre titulada “Ciudad imparable”:

«La ventaja comparativa del empresario sobre el resto de los competidores —y uno que otro suspirante— es contundente pues, al no depender su posicionamiento electoral de los programas de Bienestar o de las Ferias de Empleo que organiza la secretaría del Trabajo, ha hecho política “a ras de suelo”: tocando puertas desde las cartas credenciales de la ciudadanía y dialogando con todos los sectores sociales, rompiendo el mito del discurso trasnochado de clases con el que se comprometió el obradorismo décadas atrás».

Cualquiera hace campaña a la sombra de López Obrador como Claudia Rivera, o a la de Eduardo Rivera si te llamas Mario Riestra; pero no cualquiera logra un reconocimiento tan amplio y positivo por parte del electorado metropolitano sin nunca antes haber desempeñado un cargo en la administración pública. La proeza de Chedraui es simple pero imposible para cualquier otro morenista: hacer política con las cartas credenciales de la ciudadanía.

Se espera que el próximo 9 de marzo la Comisión Nacional de Elecciones de Morena ponga punto final a las disputas internas, y haga públicos los nombres de los finalistas a las presidencias municipales donde Pepe Chedraui no tiene rival. De hecho se debe a esta derrota anticipada el fervor de la protesta de algunos impresentables como Claudia Rivera y Alejandro Carvajal que optaron por juntar su rabia al ser incapaces de congregar más de 200 lopezobradoristas, este domingo en el Pase Bravo, en defensa de sus muy cuestionables ambiciones políticas.

Pero dejemos de lado al señor Carvajal que ni en su casa lo conocen. Concentrémonos en la aventura rupturista de la ex presidenta municipal de Puebla, ¿en verdad pretende erigirse como la defensora legítima de la pureza partidista de los candidatos de la 4T, protestando con una lona donde viene la figura de un ex priista como Alejandro Armenta? Si me permite un consejo, mi extraviada camarada: vaya preparando su discurso de unidad porque muy pronto lo va a necesitar, a menos que quiera usted quedarse sin aparecer en la boleta electoral.

Por Enrique Huerta