El director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto acudió al Hospital Rural de La Ceiba para conocer personalmente los daños registrados en el nosocomio por las recientes lluvias en la Sierra Norte de Puebla, donde pese a la contingencia, se atendió el nacimiento de dos niñas este domingo.
Las instalaciones del nosocomio fueron afectadas por el desbordamiento del río San Marcos, lo que provocó el colapso de la barda perimetral y que el agua alcanzará hasta un metro de altura en algunas áreas de hospital, por lo que, en su momento, 17 pacientes fueron evacuados.
El funcionario federal fue recibido por la delegada del IMSS en Puebla, María Magdalena Tinajero y el secretario de Salud estatal, Carlos Alberto Olivier Pacheco.
A su llegada, encontró que el camino estaba tapado por un camión que quedó atascado en el lodo, el cual fue retirado con apoyo de militares.
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Además, ayudó en las labores de limpieza y atestiguó el nacimiento de una niña en la Unidad Médica Móvil del IMSS en el Hospital de La Ceiba donde, en medio de la contingencia, nacieron dos niñas este domingo 12 de octubre.
Incluso conversó con familiares de la recién nacida, que le manifestaron que estaban preocupados pues no habían encontrado un médico que los atendiera.
“Ya veníamos espantados, te agradezco por haber atendido a mi nuera porque veníamos a buscar doctor y ella me decía ‘ya no aguanto’, y le digo ‘te tienen que atender, no creo que te dejen así’, les agradezco que nos apoyaron”, dijo la abuela de una de las recién nacidas.
Zoé Robledo destacó que este tipo de unidades son fundamentales en contingencias como la que atraviesa Puebla, pues permiten continuar con la atención médica, incluso en las condiciones más difíciles.
Editor: Renato León
