Inspectores federales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevaron a cabo una clausura por maltrato animal en el santuario Black Jaguar-White Tiger, ubicado en el Ajusco.
Tras la visita de inspección para conocer las condiciones físicas de los animales y de las instalaciones en las que se encontraban felinos de vida silvestre en el santuario, se realizó la clausura en coordinación con el personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y coordinación la Fiscalía General de Justicia capitalina.
Las acciones para asegurar el predio fue por uso indebido de suelo, por lo cual se colocaron sellos en el inmueble.
La Brigada de Vigilancia Animal realizó recorridos de vigilancia y patrullajes en el santuario ubicado en la calle Carretonco, de la colonia San Miguel Ajusco, en Tlalpan, luego de que se denunció presunto maltrato animal en el sitio.
La denuncia fue interpuesta por la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, quien advirtió que hay felinos en situación de abandono, algunos que incluso han perdido la vida por las malas condiciones en las que se tiene a los animales.
La asociación denunció que algunos ejemplares de felinos que se encuentran en peligro de extinción, sufren de desnutrición por falta de alimentos, están en espacios muy pequeños o con heridas de gravedad expuestas, lo que pone en riesgo su salud.
La Profepa informó que en el lugar se encontraban más de 190 felinos de diferentes especies como leones africanos, leones blancos, tigres, jaguares y pumas, 17 primates y 2 coyotes.
La Procuraduría revisó la legal procedencia de los ejemplares, el plan de manejo y las condiciones de confinamiento.
Reveló que en el predio estaba registrada la UMA (Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre), pero que ya no estaba en funcionamiento.
Por Redacción
Editor: Iván Betancourt
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