La madre de José Andrés Larrañaga, estudiante originario de Tuxtepec, Oaxaca, y asesinado en 2018 en la entidad poblana, Lorena Canalizo García, dijo que “ya no sabe a quién creerle”, pues tras la liberación de dos de los tres implicados en el asesinato de su hijo el Poder Judicial de Puebla y la Fiscalía General del Estado (FGE) se “echan la bolita”.
En entrevista con esta casa editorial, explicó que a la fecha no sabe quién es el asesor jurídico que le deben asignar en la FGE de Puebla, la cual desde a finales de 2023 les ha dado información a cuentagotas y el personal del órgano de procuración de justicia responsabiliza a los jueces de que no haya finalizado el proceso.
“La Fiscalía empezó a hacer un buen trabajo, pero después ya nos empezó a dar información fuera de tiempo, fuera de todo el proceso, no sabemos a estas alturas quién es el asesor jurídico para estas causas y su trabajo ha dejado qué desear últimamente”, declaró.
En tanto, dijo que fue hasta que visibilizó la liberación Pablo N. y Abraham N. que le comunicaron que se debió al Poder Judicial Federal, no obstante, lamentó que en los juzgados en Puebla le digan que el mal trabajo fue de la FGE y viceversa.
“Dicen que todos esos errores son de los juzgados, los malos manejos de los juzgados y que ellos han hecho las cosas bien, pero por parte de los juzgados nos dicen lo mismo, entonces ya no sabemos a quién creerle”, agregó.
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No obstante, apuntó que lo que “urge” es que se lleve a cabo la audiencia intermedia de Pablo N. y la de Abraham N.; la segunda programada para el 13 de abril para iniciar el juicio.
Explicó que en el caso de Pablo N. es el juez Víctor Abraham Silva Saviñón López quien debe iniciar la audiencia intermedia para empezar el juicio, lo cual la ministerio público Vianney Vicente Guevara debe de promover que se lleve a cabo; mientras en el caso de Abraham N. está en manos del juez Juan Jesús Gutiérrez Estrada.
José Andrés vivía en Puebla como universitario; fue reportado como desaparecido en octubre de 2017 y encontrado sin vida días después. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado tres de sus compañeros planearon privarlo de su libertad y pedir un rescate, sin embargo, por temor a que los reconociera, lo asesinaron.
Editora: Brenda Balderas
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