En Tehuacán, Altepexi, San Gabriel Chilac y Santiago Miahuatlán, este fin de semana fueron sepultados la mayoría de los cuerpos de las personas que murieron el pasado miércoles 14 de mayo, en el fatal accidente acaecido en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, algunas familias pidieron ser respetadas en su duelo por lo que de manera muy familiar se llevaron a cabo los entierros.
Sin embargo, en la casa de Luz Clarita, con profundo dolor y corazones desconsolados, la familia Ramos se despide de ella, dejando como señalan ellos un vacío imposible de llenar.
Entre lágrimas y recuerdos, sus seres más cercanos, así como amigos, a las 10:00 am, pidieron en una misa de cuerpo presente en la parroquia de San Pedro Acoquiaco su descanso eterno, ya que señalan ella nunca le hizo daño a nadie y en cada momento tenía a Dios presente, por lo que familiares y amigos se unieron en oración para encomendar su alma a la eterna paz.
Posteriormente, los familiares iniciaron su recorrido hacia el panteón donde se le daría sepultura y sería su última morada, donde fue despedida alrededor de las 14:00 horas.
No obstante, la familia Ramos pide oraciones por Alma Lucero, quien se encuentra gravemente herida en un hospital luchando por su vida, siendo su madre quien agradeció las muestras de apoyo y lo que han hecho por ellos en este caso donar sangre e ir a dejar dinero para los gastos.
En San Francisco Altepexi, la familia Matías Regino, recibió tres de los cuatro cuerpos víctimas del fatal accidente, se trata de Rosa Idalia y de José Luis, matrimonio que esperaba con ansias a su tercer hija, quien llevaría por nombre Gema, tenía ocho meses de gestación, sin embargo ya no nació.
El papá de Rosa, Pedro Matías, dio a conocer que su hija tenía ya 14 años dando clases y estaba embarazada de una bebé que nacería en junio, ella sería su tercer hija y su segundo embarazo, ya que ya era mamá de dos gemelas de siete años.
Rosa daba clases de educación primaria en la escuela Francisco Villa del municipio de San Sebastián Zinacatepec, en donde se le rindió un homenaje póstumo la mañana de ayer sábado.
Don Pedro lamentó que su hija decidiera viajar en esa camioneta tipo Sprinter, pues ella y su esposo tenían un coche, el cual decidieron dejar en un estacionamiento en Tehuacán e irse a la capital poblana por lo que incluso señaló que desconocía que ella iría a Puebla, solo sabía que su hija, la más pequeña, Crimilda, sí tenía ir, pues le darían su plaza de maestra, sin embargo, Rosa tenía que presentarse para dar seguimiento a su embarazo.
El día sábado, los tres cuerpos fueron llevados a San Sebastián Zinacatepec para rendirles un homenaje, después los regresaron a Altepexi para darles sepultura.