General Motors (GM) dio a conocer sus planes para invertir 4 mil millones de dólares en reubicar parte de su producción desde México hacia plantas estadounidenses, una decisión tomada debido a los aranceles comerciales. Este movimiento se produce después de que Donald Trump firmara en abril órdenes ejecutivas para flexibilizar algunos de los impuestos del 25% aplicados a vehículos y autopartes.
Analistas y empresas automotrices habían advertido que los aranceles de Trump podrían encarecer los precios, reducir las ventas y afectar la competitividad global de la producción en Estados Unidos.
La inversión, que se ejecutará en los próximos dos años, incluirá tanto vehículos de combustión como eléctricos. A partir de 2027, GM trasladará la fabricación de los modelos Chevrolet Blazer y Chevrolet Equinox, actualmente producidos en México, a sus plantas en Spring Hill, Tennessee, y Kansas City, Kansas, respectivamente.
Además, la compañía reorientará su planta en Orion Township, Michigan, para fabricar camionetas pickup y SUV de tamaño completo a gasolina, luego de que la demanda de vehículos eléctricos no alcanzara las expectativas. GM espera superar la capacidad de ensamblar dos millones de unidades anuales en territorio estadounidense.
Según la compañía, cerca de un millón de personas en Estados Unidos dependen económicamente de sus operaciones, entre empleados directos, proveedores y concesionarios.
El mes pasado, la empresa recortó sus proyecciones de ganancias para 2025, anticipando un impacto de hasta 5 mil millones de dólares por los aranceles.
