Shanghái reabrió la mayoría de sus cines el viernes, esto pese al reporte de nuevos brotes de Covid-19.
La ciudad adoptó un plan de reanudación gradual de las actividades cotidianas después que en junio se levantara un confinamiento por coronavirus de dos meses de duración.
Al mismo tiempo -igual que otras ciudades chinas- Shanghái intenta contener el resurgimiento de las infecciones.
Para evitar que se repita el calvario que sufrió esta ciudad comercial de 25 millones de habitantes en abril y mayo, la estrategia de Shanghái se basa en la realización de frecuentes pruebas de Covid-19, el rastreo exhaustivo de los contactos y el aislamiento de edificios residenciales y otros lugares.
El último brote de la ciudad está relacionado con servicios ilegales de karaoke en un edificio.
“El brote tiene una amplia distribución de personas infectadas, que tenían muchas actividades sociales, y hay riesgos de transmisión ocultos en la comunidad”, dijo el Gobierno de la ciudad en un comunicado.
Varias otras ciudades también se apresuraron a sofocar los brotes con la máxima celeridad, lo que volvió a suscitar la preocupación por las perspectivas de crecimiento económico de China.
Sin que se vislumbre el fin de la vigilancia contra el SARS-CoV-2. , los residentes de toda China tendrán que soportar las incesantes pruebas y la posibilidad de enfrentarse a la cuarentena en cualquier momento, entre otros inconvenientes.
Shanghái llevará a cabo otra ronda de pruebas a gran escala de Covid-19 el sábado y el domingo, en consonancia con un plan para realizar pruebas a toda su población cada fin de semana hasta finales de mes.
Por Redacción
Editor: Iván Betancourt
TE RECOMENDAMOS: