Fidel N. recibió una pena de 42 años de prisión, 40 años por el intento de feminicidio de su ex pareja, Esmeralda Millán, y dos por las lesiones ocasionadas a su suegra, a quienes les arrojó ácido en 2018; la sanción se convierte en la segunda en su tipo a nivel nacional y en América Latina.
De acuerdo con la Fundación Carmen Sánchez, dedicada al apoyo a sobrevivientes de violencia ácida, ya se habían conseguido sentencias, sin embargo, esta es la primera en la que se acredita este tipo de agresión como tentativa de feminicidio, pues antes hubo fallos condenatorias por homicidio en grado de tentativa, violencia familiar o lesiones.
Acompañada de Carmen Sánchez, también sobreviviente de violencia ácida, y antes de entrar a la Casa de Justicia, Esmeralda dijo que “la justicia llega, tarde pero le había llegado” a pesar de las críticas por alzar la voz.
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Además recordó que hubo tres implicados más, a quienes no pudo reconocer, pero que ayudaron a Fidel a agredirla, sin embargo, las autoridades no lo obligaron a confesar, por lo que sólo procedieron contra él.
Después de tres horas de ingresar, Esmeralda salió conmovida, al señalar que no tenía palabras para expresar lo que sentía y sólo alcanzó a mencionar la pena que dictó el Tribunal de Enjuiciamiento.
“Estoy feliz, contenta, tranquila y con muchas ganas de gritar que sí se pudo”, comentó a medios de comunicación que la esperaban afuera de la Casa de Justicia.
Esmeralda Millán fue agredida en 2018 después de una separación en una relación en la que había sufrido violencia. Cuando decidió dejar a Fidel N., este amagó con hacerle daño, amenaza que fue cumplida al desfigurarle el rostro, por lo que tuvo que ser sometida a múltiples operaciones, proceso que todavía no finaliza ya que busca una cornea para recuperar la visión en su ojo derecho.
Durante los últimos cinco años, Esmeralda se ha enfrentado a la discriminación por su aspecto físico, lo cual también le ha generado problemas económicos.
Editora: Brenda Balderas
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