La ciudad de Tijuana, California, enfrenta una situación de caos e incertidumbre debido al desabasto de gasolina y combustibles.
Este problema ha sido provocado por un bloqueo en la principal planta abastecedora de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el municipio de Playas de Rosarito, realizado por un grupo de colonos que protestan por la regularización de terrenos.
Desde el pasado domingo 19 de mayo, alrededor de 500 personas tomaron la planta. Este jueves, las repercusiones del desabasto se intensificaron, lo que llevó a empresarios y trabajadores de gasolineras a expresar su preocupación por el incremento de la problemática.
Desde el miércoles 22 de mayo, varias estaciones gasolineras cerraron y se observan largas filas de automovilistas en las pocas estaciones que aún cuentan con combustible, especialmente en el centro de la ciudad, que incluye las zonas turística y financiera cercanas al puerto internacional de San Ysidro.
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La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, calificó la situación en Tijuana como una “escasez momentánea” y afirmó que se está gestionando el reabastecimiento con Pemex para atender la alta demanda.
Una de las empresas más afectadas es RendiChicas, que opera 32 estaciones en Tijuana y dos más en Rosarito y Tecate. De estas, 25 están actualmente cerradas y el resto abastecen de forma intermitente. Patricia Sajaragüi, gerente de la empresa, declaró que no hay certeza sobre la reapertura de las estaciones y no saben cuándo recibirán combustible.
“Solo nos han dicho que van a llegar las pipas (carrotanques), pero o no llegan o tardan hasta un día en llegar. En la empresa llegan solo tres pipas al día para abastecer las 32 estaciones, otras compañías tienen una pipa cada tercer día”, explicó Sajaragüi, añadió que la distribución de Pemex no fue equitativa.
La empresa RendiChicas, que emplea exclusivamente a mujeres, cuenta con alrededor de 600 trabajadoras. La falta de combustible afectó significativamente sus ingresos, especialmente las propinas, que son un complemento importante para sus salarios.
Guadalupe Rivas, una de las trabajadoras, señaló que la falta de combustible redujo sus ingresos hasta en un 50 por ciento, esto afectó su capacidad para pagar sus gastos. Otro grupo de trabajadoras se manifestó cerca de la zona de playas de Tijuana, en donde piden una solución inmediata.
Juan de Dios Escalante, vocero del grupo de colonos que mantiene el bloqueo en la planta de Pemex, explicó que la manifestación es un “grito simbólico” para que el Gobierno Federal y estatal los escuchen y negocien la titulación de los terrenos que han habitado durante 36 años en un asentamiento irregular en la zona este de la ciudad.
“Llevamos años luchando y no nos resuelven, por eso decidimos bloquear el paso hacia las instalaciones de Pemex, para que nos den una solución, porque nos han querido desalojar y nosotros no nos vamos a dejar. Se puede generar un conflicto social fuerte y eso lo queremos evitar”, afirmó Escalante.
Por Redacción
Editora: Mafer Montes
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