Guillermo Campos Flores, denunció ante Oro Noticias que agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, colocaron sellos de aseguramiento a su domicilio particular, pues señalaron que vendía sustancias prohibidas.
Lo anterior ocurrió durante revisiones y cateos a bares y centros nocturnos de la avenida Juárez, donde participaron 642 elementos de corporaciones de los tres niveles de gobierno.
Ante tal panorama, el varón de 38 años de edad ha pasado las últimas dos noches en un hotel y durante el día pasa las horas en la banqueta afuera de su vivienda que se ubica en la 9 Sur número 1512, de la colonia Insurgentes Chulavista de la capital poblana.
En entrevista, el afectado dijo que agentes ministeriales acompañados de elementos de la Secretaría de Marina (SEMAR), ingresaron a su casa alrededor de la 1 de la mañana del pasado sábado, cuando él ya estaba descansando.
Le mostraron una hoja de cateo donde le señalaron que personal de una cafetería lo había denunciado porque en su casa era un giro negro y por la supuesta venta de sustancias tóxicas.
Le pidieron que saliera de su propiedad y le otorgaron un par de minutos para que tomara algunas pertenencias o documentos.
Los agentes le aseguraron que, para recuperar su inmueble, sólo tenía que presentar su credencial del INE y la hoja de cateo que le entregaron y que en menos de 24 horas todo quedaría resuelto, sin embargo, ante los cuestionamientos de qué sustancia habían encontrado no pudieron darle alguna información o evidencia.
La madrugada la pasó en la vía pública y al amanecer acudió al negocio donde surgió la denuncia, el cual no existe, pues se trata de una vivienda particular, además de que está deshabitada.
Campos Flores, acudió a las oficinas centrales de la FGE en la 31 Oriente, de la capital poblana donde le informaron que para que su vivienda sea liberada deberá presentar; boleta predial, escritura del predio, sucesión testamentaría e INE, documentos que tiene al interior del mismo lo que hace suponer que no podrá recuperar sus bienes.
Debido a la complejidad para obtener dicha documentación pidió la intervención de los representantes de la FGE, para que revisen el caso y comprueben que se trató de una equivocación y un atropello, pues se trata de una casa que le heredó su padre y que nunca ha funcionado como bar, centro nocturno o similar, simplemente es un domicilio particular.
Editor: Renato León Aranda
