Tamara Carpintero Quintero y su pareja Israel N. vivían en armonía, buscaban una casa propia para poder tener un espacio -ya que vivían con la familia de él y su bebé de apenas un año y siete meses de edad, Axel– pero el martes 24 de octubre, su pareja le arrebató al pequeño y no sabe cuál es su paradero.
Israel salió de su casa y dijo que iba a llevar al bebé con su abuela paterna, quien solía cuidar a Axel de vez en cuando, le envió su ubicación y le aseguró que lo había dejado bien.
Pero Tamara recibió ese día en la casa de su familia un citatorio para un juicio de alimentos y guardia y custodia que impulsaba su pareja; ella se asustó y pidió ver a Axel, pero Israel ya no le respondía sus mensajes y sus familiares ya no quisieron decirle el paradero del pequeño.
Comenzó a buscarlo por todos lados, con la hermana de su pareja, por mensajes de texto, pero no consiguió ninguna respuesta.
El miércoles 25 de octubre denunció de inmediato la sustracción del menor, pero la respuesta de las autoridades fue fría: que no podían hacer nada porque era el papá, que lo único que podían hacer era pedir una audiencia de conciliación, pero que no le aseguraban que él se presentara.
“Las autoridades sólo me dijeron pues es el papá, señora. Pero yo digo que, aunque sea papá cómo se puede llevar a un niño chiquito, mi bebé todavía pide su biberón”, dijo en entrevista.
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Tamara no regresó al hogar que compartía con Israel ese día pero cuando llegó a la vivienda el jueves, encontró cerrado con una cadena. Apenas pudo quedarse con la ropa de su bebé y con algunas pruebas de que vivió con Israel.
Israel ocupa una gerencia en la Volkswagen, Tamara fue a la planta armadora para ver si la podían ayudar a localizarlo, porque la bloqueó de todas las redes sociales y sólo por medio de su familia pudo enviar mensajes para exigirle que regresara al menor, sin embargo, en la firma alemana le dijeron que no podían intervenir.
Por su trabajo, Israel está ocupado hasta 12 horas al día, por lo que Tamara teme que el pequeño esté descuidado, ya que su abuela paterna tiene 72 años y tiene una discapacidad, que le impediría cuidar de Axel.
Su pareja, dijo, enfrentaba un proceso de pensión de una menor de 15 años de edad, por lo que consideró que podría ser el motivo por el que decidió llevarse al pequeño.
La audiencia de conciliación se llevará a cabo este 7 de noviembre, por lo que Tamara pide que las autoridades la apoyen para ubicar al menor, pues a pesar de compartir su caso, no ha recibido la atención correspondiente al ser una víctima de violencia vicaria.
Por Guadalupe Juárez
Editora: Brenda Balderas
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