El presidente de Francia, Emmanuel Macron propuso una iniciativa de reforma para aumentar la edad mínima de jubilación, de 62 a 64 años de edad.
Esto con el objetivo de garantizar el equilibrio financiero en el 2030, pese a todas las protestas que puedan surgir ante este iniciativa.
Por su parte, la primera ministra, Elisabeth Borne, señaló que todos los sindicatos se oponen de forma unánime.
Una encuesta divulgada el pasado viernes por el instituto demoscópico Ifop explicó que un 68% de los entrevistados están en contra de subirla hasta los 64 años y un 79 % contra los 65.
Esto debido a que en un principio la reforma contemplaba subir la edad mínima para la jubilación a los 65 años de edad, y no a los 64.
El ministro de Hacienda, Gabriel Attal, ha tratado de advertir que sobre escoger entre “la reforma o la quiebra” del sistema.
Comentó que si no se lleva a cabo, los números rojos de las cuentas públicas se van a hinchar con medio billón de euros más de agujero en la deuda en los próximos 25 años.
Por: Reacción
Editor: Guillermo Leal