Las flores favoritas de Cecilia Monzón

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Foto: EsImagen

El rostro de la madre de Cecilia Monzón aparece en una pared blanca, habla de las flores favoritas de su hija, del dolor, del llanto en silencio, de las 11 mujeres que asesinan a diario en México, de las madres de esas mujeres, de la injusticia, de los feminicidas.

“Ninguna mujer merece desaparecer ni morir así, ninguna, justicia para Cecilia Monzón al sonoro rugir del amor”, dice.

En la pantalla proyectada en la pared se reproducen fragmentos de los noticieros hablando del feminicidio de Cecilia, del presidente Andrés Manuel hablando del tema y de su hermana Helena en conferencia de prensa días después del crimen.

Helena agradece a quienes han acompañado el proceso, momentos antes del homenaje a un año del feminicidio de su hermana, ha dado una entrevista a medios en la que expresó que el conseguir una condena contra los responsables del asesinato de Cecilia dará esperanza a que para todas llegará la justicia.

Habló de que lo único que esperan para una condena es la audiencia intermedia y de las estrategias legales de Javier N., señalado como el autor intelectual para aletargar el juicio.

¿Qué esperas de esto?, le preguntan.

“¿Que qué espero? Espero que por fin se escuche la voz de las mujeres, que por fin se entienda que sin justicia reparadora sin justicia de perspectiva de género realmente no hay posibilidad de una vida libre de violencia“.

Socorro Quezada, integrante de la Red Plural de Mujeres, comparte las vivencias con su amiga Cecilia, el día que pidió medidas de protección, los sueños de que algún día podría ser presidenta municipal, el que atravesó todas las violencias que vive una mujer, que un día su nombre iba a estar en la lista de las víctimas de feminicidio.

Una mujer irreverente, una insurrecta, una amiga, sensible generosa, amorosa, regañona, “así no se pinches puede”, la frase que repetía con sus amigas en su casa y que ha repetido una de las personas que asistió al homenaje, le ha arrancado una sonrisa a su hermana.

Hablan de su feminismo, de su activismo, de la política, de su papel como madre, de la comida a la que ya no llegó, de su valor, del podcast que ya no continuó.

Va a ser un año sin mi hermana y va a ser un momento difícil (…) No estamos hablando de justicia cuando la justicia es lenta y esta se tiene que empujar (…) Hay mucho que pelear y no se va acabar la pelea hasta que no tengamos una condena y en este estado haya medios para que la justicia sea efectiva para todas las mujeres”, menciona Helena, que ha usado una vez más la voz para pedir justicia.

Helena hace una última precisión, que Cecilia lleva cinco años sin justicia, desde la vez que denunció a su agresor, cuando le dijeron que dejara el tema, y no el año desde que le arrebataron la vida.

Una escultura es la protagonista del homenaje, todavía no tiene nombre, pero su hermana dice que le buscarán un lugar, representa la inocencia que “cree que no hay nada imposible”, es una niña que sostiene un girasol, la flor favorita de Cecilia.

Por: Guadalupe Juárez
Editor: Guillermo Leal