En la noche del 10 de junio de 2025, será posible observar la Luna llena más baja en el cielo del hemisferio norte en dos décadas. Este notable evento, conocido como la Luna de Fresa, no solo se trata de un espectáculo visual, sino que también está cargado de significados culturales y tradiciones arraigadas en la historia.
La Luna de Fresa, que alcanza su plenitud el 11 de junio a las 02:44 a.m. hora del centro de México, no adquiere un color rosado. Este nombre deriva de las antiguas tribus algonquinas de América del Norte, que la nombraron así en reconocimiento al inicio de la cosecha de fresas silvestres. Así, esta Luna no solo representa un fenómeno astronómico, sino que también simboliza un momento de abundancia y conexión con la naturaleza.
Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, explica que la atmósfera terrestre juega un papel crucial en la percepción del color de la Luna. Su tono anaranjado o rojizo, visible cuando está cerca del horizonte, resulta de la dispersión de la luz solar al atravesar la atmósfera. Aunque la Luna en sí no cambia de tamaño, nuestro ojo percibe una ilusión óptica que la hace parecer más grande. Este fenómeno también es evidente cuando la Luna se eleva entre montañas.
En el hemisferio sur, la Luna se elevará inusualmente alta, proporcionando vistas únicas para los astrónomos y observadores. Con su máxima plenitud alcanzando las 20:53 (TU), este evento ofrece una oportunidad maravillosa para que personas en distintas partes del mundo se conecten con este ciclo lunar, ya sea por curiosidad científica o por tradiciones ancestrales.
La Luna de Fresa también toca aspectos culturales más allá de ser un mero fenómeno astronómico. En Europa, se la conoce con nombres como la “luna de hidromiel” o la “luna rosa”, según la flora local y las actividades agrícolas. Esto demuestra cómo la influencia de la Luna trasciende fronteras, uniendo a diversas culturas a través de una conexión común con el cielo y sus fases.
A medida que se aproxima el 11 de junio y la Luna de Fresa llena los cielos, no solo se trata de observar un espectáculo natural, sino de recordar el ciclo eterno entre el hombre y el universo. Celebremos este fenómeno que nos recuerda nuestras raíces ancestrales y la importancia de la naturaleza en nuestras vidas.