A pesar de los avances en las condiciones laborales, persiste la informalidad laboral, las pésimas condiciones de contratación, carencia y falta de acceso a diversas prestaciones, autoexplotación debido a la precariedad laboral, de acuerdo con el Informe presentado por el Observatorio de Salarios IBERO Puebla, coordinado por el académico Miguel Calderón Chelius.
Durante la presentación del informe “La Precariedad Laboral en México”, se reconoció el aumento del salario mínimo, las vacaciones dignas y la discusión de las jornadas de 40 horas, pero alertan que hay un sistema de sindicalización bajo y mecanismos de vigilancia hacia los trabajadores tanto en sus fuentes de trabajo presenciales, en puestos a distancia e inclusive cuando deciden defender sus derechos laborales.
La precariedad laboral es aquella ausencia de certidumbre, protección y seguridad vivida por las y los trabajadores con respecto a su trabajo, la imposibilidad de satisfacer sus necesidades con los ingresos a los que tienen acceso y pérdida de derechos.
En Puebla, la informalidad laboral es del 80 por ciento, cuando a nivel nacional es del 40 por ciento; solo el 40 por ciento tiene un contrato escrito; el 60 por ciento no tiene acceso a aguinaldo, vacaciones con goce de sueldo y reparto de utilidades.
Por otra parte, más del 40 por ciento de los trabajadores remunerados subordinados superan las 48 horas de jornada laboral.
De acuerdo con los especialistas, la precarización del trabajo ha provocado una intensificación de la participación laboral de los miembros de un hogar y la intensificación del trabajo vía autoexplotación, como sucede con los conductores de Uber y repartidores de plataformas digitales, quienes además de un puesto de trabajo desempeñan otro para obtener más ingresos.
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Lista negra para trabajadores que luchan por sus derechos laborales
Marco Antonio Padilla Santiago, coinvestigador del Observatorio de Salarios, explicó que se presenta un fenómeno reciente en el entorno laboral, en el que empleadores tienen un “Buro Laboral” para evitar contrataciones de empleados que hayan ido a una instancia de conflicto laboral.
Los datos son obtenidos de plataformas públicas tras llevarse a cabo algún juicio laboral, por ejemplo, por lo cual se pronunció por legislar esta práctica, ya que ahora se lleva a cabo, ya que los empleadores aprovechan los vacíos legales.
A esto se suman otros mecanismos de control, como el área de recursos humanos o sistemas para verificar que las y los trabajadores que tienen un empleo a distancia permanezcan conectados a las computadoras.
Editor: César A. García
