Jayda Dixon-Williams, residente de Filadelfia, en Estados Unidos, y propietaria de una tienda de ropa para bebés, compartió la experiencia que vivió con su gato para recordar las coas que pueden surgir cuando se realizan trabajos de construcción en casa con mascotas.
Al regresar a casa la noche del sábado pasado después de un largo día de trabajo, Jayda se encontró con una situación angustiante: su gato querido, Raymonte, estaba desaparecido a pesar de escuchar sus maullidos en algún lugar de la casa.
Sumida en la angustia, Jayda comparó la situación con la de un padre preocupado por la seguridad de su hijo, y expresó el temor que sintió al pensar que su gato estuviera atrapado detrás de la pared, tal vez en una tubería o desagüe.
La situación se volvió aún más desafiante cuando Jayda descubrió que su gato, Raymonte, estaba atrapado dentro de las paredes de su cocina, las cuales eran reparadas debido a una fuga previa.
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Incapaz de comunicarse con el equipo de mantenimiento del edificio, Jayda se vio obligada a tomar medidas drásticas, incluida la llamada a la policía, quienes le aconsejaron que intentara atravesar la pared para liberar a su gato.
Con la ayuda de un cuchillo, Jayda logró hacer un agujero en la pared y vio a Raymonte asomándose por el agujero; posteriormente quedó en libertad.
Enfatizó que las mascotas no deberían estar en peligro debido a la falta de comunicación por parte de los encargados del edificio.
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