Madonna se enfrenta a una demanda por parte de un fanático, quien asegura haber sido expuesto a incumplimientos, falsedad y angustia emocional durante un concierto de su gira ‘The Celebration Tour’, el 7 de marzo del presente año.
La demanda por parte de Justen Lipeles fue expuesta el pasado 29 de mayo, ante el Tribunal Supremo del Condado de Los Ángeles, California, en la que explica que “obligar a los consumidores a esperar horas en estadios calurosos e incómodos y someterlos a pornografía sin previo aviso es una demostración de la frívola falta de respeto de Madonna hacia sus ‘fans'”, argumentó.
Esto, después de que los asistentes en el recinto, Kia Forum, tuviesen que esperar más de dos horas para que el espectáculo diera inicio, teniendo que soportar altas temperaturas de calor, ya que aparentemente la cantante de pop había pedido apagar el aire acondicionado. Ante las quejas del público presente, la artista les restó importancia, y solo les aconsejó quitarse la ropa.
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En las declaraciones por parte del demandante, asegura que fueron “obligados a mirar mujeres en ‘topless’ (con el torso desnudo) en el escenario simulando actos sexuales” y asegura que haber pagado por un concierto de la cantante fue una pérdida de dinero, dado que, al parecer, recurrió al uso de una pista grabada y el había pagado por un espectáculo en vivo.
La artista y su promotora, Live Nation, fueron acusados de seis delitos por parte de Lipeles, que incluyen tergiversación negligente, angustia emocional y publicidad engañosa.
Además, pidió un juicio con jurado para abordar sus quejas, y considera que él y los demás afectados merecen una indemnización y la restitución del dinero por las costosas entradas que pagaron. Asimismo, solicitó medidas cautelares contra los demandados para el cese de sus “actos y prácticas comerciales desleales”.
Por redacción
Editora: Diana González
