El FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmaron que Jeffrey Epstein, multimillonario y delincuente sexual convicto, murió por suicidio en su celda de la prisión de Manhattan en 2019.
Además, descartaron la existencia de una supuesta “lista de clientes” con nombres de personas influyentes que Epstein habría estado chantajeando por su presunta implicación en delitos de tráfico sexual de menores.
Esta revisión, solicitada por el presidente Donald Trump, busca poner fin a las múltiples teorías conspirativas que han circulado desde la muerte de Epstein, incluyendo aquellas promovidas por aliados de Trump.
Según el informe oficial, no hay evidencia creíble que respalde la existencia de dicha lista ni indicios para investigar a terceros vinculados.
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El documento también ratifica que Epstein estaba solo en su celda la noche de su muerte, respaldado por videos mejorados por el FBI que muestran que nadie entró ni salió del área. La causa oficial de muerte fue suicidio por ahorcamiento.
A pesar de las fallas y negligencias detectadas en el manejo de Epstein en prisión, que facilitaron las condiciones para su muerte, no se encontraron pruebas de criminalidad relacionada con el suicidio.
La única persona condenada en el caso es Ghislaine Maxwell, exsocia de Epstein, quien cumple una pena por tráfico sexual de menores.
El Departamento de Justicia ha señalado que no habrá más divulgación de documentos relacionados y que no se presentarán nuevos cargos contra terceros. Poniendo fin a las teorías sobre una conspiración que involucraba a figuras públicas de alto perfil.
