El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció la transformación oficial del penal especial de Punta Peuco en una cárcel común, eliminando así el último símbolo de privilegio carcelario para condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La decisión, formalizada mediante decreto presidencial revisado por la Contraloría General, ocurre a menos de dos semanas de las elecciones donde candidatos ultraderechistas defienden abiertamente el legado pinochetista.
“Desde hoy en Chile no existen presos de primera y segunda categoría y las plazas van a ser distribuidas según criterios de seguridad y ya no de privilegio”, declaró Boric desde el Palacio de La Moneda, lugar donde murió Salvador Allende.
El mandatario subrayó que mantener este centro penitenciario exclusivo carecía de justificación ante el hacinamiento carcelario que afecta al país, destacando que la reconversión permitirá ampliar la capacidad del sistema penitenciario nacional.
Fundado en 1995, Punta Peuco albergaba exclusivamente a más de 130 condenados por violaciones a derechos humanos durante el régimen militar. El recinto será sometido a obras de adaptación que incluyen nuevos módulos de reclusión, áreas de visita y equipos de vigilancia para integrarse plenamente al sistema penitenciario común.
El anuncio se produce en un contexto político particularmente sensible, donde candidatos como José Antonio Kast y Johannes Kaiser, que defienden abiertamente la dictadura, compiten con posibilidades de llegar a la segunda vuelta presidencial.






