El pasado 7 de septiembre, el papa León XIV realizó la ceremonia de canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati. Carlo se convierte en el primer santo millennial de la Iglesia católica; sus milagros y su vida fueron reconocidos por el mundo y, a pesar de su corta vida, difundió su fe por Dios en el internet y logró conectar con las personas desde lo virtual. En palabras del papa, ambos hombres crearon obras maestras con sus vidas.
Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991. Sus padres, italianos y de costumbres no cercanas a la religión católica, cambiaron la capital británica por un mejor trabajo del papá como presidente de una aseguradora italiana y se mudaron a Milán a poco tiempo del nacimiento del ahora santo. Ahí, el joven pasó la mayor parte de su vida, de manera feliz y siempre ayudando a las demás personas; sin embargo, la persona que lo acercó al catolicismo fue su niñera de origen polaco, Beata Sperczynska.
Carlo Acutis tuvo un gusto muy fuerte por la tecnología y la informática desde temprana edad, por lo que de manera autodidacta, aprendió por medio de libros universitarios acerca de la programación y codificación, en los que sorprendentemente, logró crear sitios web que, en ese entonces, todavía eran de dominio de profesionales por su complejidad y desconocimiento.
Ahí, recopilaba y documentaba supuestos milagros eucarísticos, y de igual manera, enfatizaba lo humano y se volvía cercano con las personas que entraban a su página. Fuera de lo virtual, se dedicaba a proteger, apoyar a las personas sin hogar, a sus compañeros que sufrían acoso/problemas caseros, y con su propio dinero compraba artículos de primera necesidad para los más necesitados. En los recuerdos de la gente que lo conocía, era un joven alegre con un buen sentido del humor, y siempre vestía jeans, tenis y una chamarra deportiva.
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Tristemente, falleció el 12 de octubre de 2006 en Monza, al norte de Italia. A sus 15 años fue diagnosticado con leucemia aguda, por lo que murió en cuestión de días y fue sepultado en Asís, una ciudad con la que siempre tuvo afinidad por San Francisco y en la que pidió que su cuerpo fuera enterrado. Actualmente, su cuerpo sigue en la ciudad, en la iglesia de Santa María Maggiore, y puede ser visto por peregrinos de todo el planeta.
Para que pudiera ser canonizado, se tomaron en cuenta tres aspectos:
- La muerte debe haber ocurrido cinco años antes.
- Debe haber llevado una vida ejemplar.
- Mínimo dos milagros, uno de ellos después de la beatificación.
En 2020 fue beatificado, tras el reconocimiento del Papa Francisco del primer milagro de la curación de un niño con un defecto congénito en el páncreas, y el año pasado, en 2024, fue reconocido el segundo milagro, el cual consistía en la recuperación de una joven costarricense que sufrió un traumatismo en el cráneo en Florencia.
El domingo, ahora con el Papa León XIV, Carlo Acutis, el “influencer de Dios”, se convirtió en el primer santo en ser canonizado de la era millennial y en la primera ceremonia de esta importancia por parte del Sumo Pontífice.
Editor. Alejandro Villanueva
