Unas 670 personas murieron a consecuencia de una avalancha de tierra que sepultó una aldea al norte de Papúa Nueva Guinea; hasta el momento sólo han recuperado cinco cadáveres.
El responsable de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Papúa Nueva Guinea, Serhan Aktoprak, declaró que alrededor de 150 casas quedaron enterradas por una capa de rocas y tierra de entre seis y ocho metros de profundidad. Por ello, se teme que más de 670 personas hayan perdido la vida.
No obstante, la delegación de Naciones Unidas en Papúa Nueva Guinea informó a EFE que hasta el momento el número de muertos confirmado es de cinco. Y es que dicho número de cadáveres han sido recuperados en la aldea de Kaokalam, a 600 kilómetros de la capital del país, Port Moresby.
Más noticias: “Poner las armas al servicio de la paz”, pide Papa Francisco a militares
“El equipo nos ha informado de que es difícil confirmar el número real (de fallecidos) mientras continúan los esfuerzos de búsqueda y rescate”, afirmó Kesang Phuntsho, responsable de la oficina de Naciones Unidas en Papúa Nueva Guinea.
Además de los cadáveres recuperados, la delegación de la ONU indicó en un informe este domingo que hay un número indeterminado de heridos, “incluidos 20 mujeres y niños”.
El comunicado oficial de la ONU estimó entre 50 y 60 casas sepultadas, además de una escuela, una iglesia, huertos y vehículos.
Te recomendamos