Vecinos del Popo, sin miedo pero con preocupación por actividad

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Foto: Especial

Tras más de dos semanas pasadas por ceniza, las actividades se llevan a cabo de manera normal en la junta auxiliar de San Pedro Benito Juárez, una de las poblaciones más cercanas al volcán Popocatépetl.

Este lunes todo luce todavía más en calma, tras el anuncio del Gobierno del Estado para suspender las clases presenciales en escuelas de todos los niveles, ubicadas en 40 municipios.

San Pedro Benito Juárez cuenta con una población de entre 4 mil y 4 mil 500 habitantes, se ubica a 51 kilómetros del Centro de Puebla, es decir, una hora con 10 minutos de trayecto en automóvil. Del cráter del volcán solo le separa la quinta parte de esa distancia.

Pese a la constante caída de ceniza, los comercios abrieron con normalidad, los vendedores informales también trabajaron igual, sin importar las nubes de ceniza que levantan los vehículos que transitan por las calles, y que se combina con la que hasta el momento, continúa expulsando el coloso.

La comunidad cuenta con la ruta 7, de las 10 rutas de evacuación que tiene el estado; y abarca Agrícola Ocotepec, Guadalupe Huexocuapan, La Joya, San Pedro Benito Juárez, San Juan Ocotepec, y Axocopan.

Gabriel Silva Lozano, presidente auxiliar de San Pedro Benito Juárez, aseguró que toda la población está lista para evacuar en caso de ser necesario. El Ayuntamiento de Atlixco ofreció 40 autobuses para trasladar a la gente al albergue de Izúcar de Matamoros, pero serán insuficientes.

Por ello se ha solicitado a los pobladores que son propietarios de camionetas y camiones de carga, apoyar en caso de una contingencia. Sin embargo, desconocen en qué tiempo se podría evacuar a toda la población, pues nunca se ha realizado un simulacro.

A pesar del incremento de la actividad del volcán, que hoy sitúa el Semáforo de Alerta Volcánica en Amarillo Fase 3, hay personas -sobre todo adultos mayores-, que afirman no saldrán de sus hogares.

Francisca Ochoa, una habitante, lo confirma. Entre los pobladores no hay miedo, sí un poco de preocupación pero todos están conscientes de lo que está pasando. Ella ha platicado con su esposo y acordaron que en caso de una evacuación, ella y los niños se irán al albergue pero él “como hombre de la casa” -dijo-, se quedará para cuidar pertenencias y animales.

A pesar del escenario, en San Pedro Benito Juárez es un día como cualquier otro. La gente acude a los consultorios y clínicas de Salud por molestias en los ojos, en la garganta, pero nada extraordinario. Algunos acatan las recomendaciones de las autoridades, otros no. No hay temor a la erupción en sí, si es que ocurre; es temor al caos, a la evacuación y por supuesto, a perderlo todo.

Por: Ozair Viveros
Editor: Guillermo Leal