La plataforma TikTok dejó de operar en Estados Unidos este sábado, tras la aprobación por parte del Tribunal Supremo de una ley que exige a la red social desvincularse de su empresa matriz, ByteDance, o enfrentar un cierre inminente.
La aplicación, que tiene 170 millones de usuarios en el país, envió un mensaje a muchos de ellos indicando: “Lo sentimos, TikTok no está disponible en este momento“, atribuyendo su cese a la nueva legislación.
El Gobierno de Joe Biden, sin embargo, sostiene que TikTok tomó esta decisión por su propia voluntad. Después del fallo judicial, la Casa Blanca anunció que no implementaría la ley y que la responsabilidad recaerá en el nuevo presidente, Donald Trump, quien asumirá el cargo el lunes. En una entrevista, Trump sugirió que podría otorgar a TikTok una prórroga de 90 días para evitar su prohibición.
Tal vez te interese: Trump emitirá orden para postergar prohibición de TikTok en EU
El mensaje informando sobre la suspensión apareció aproximadamente una hora y media antes de que la ley entrara en vigor. Al intentar acceder a TikTok, los usuarios encontraron un aviso que indicaba que la aplicación estaba bloqueada y mencionaba que Trump había prometido colaborar en una solución. Además, algunos usuarios notaron que TikTok había sido retirada de la tienda de aplicaciones de Apple.
La ley obliga a empresas como Apple y Google a eliminar TikTok de sus tiendas y a proveedores como Oracle y Amazon Web Services a cortar relaciones con la red social. Las empresas que incumplan podrían enfrentar multas significativas por usuario, lo que podría resultar en pérdidas millonarias debido al tamaño de la base de usuarios en Estados Unidos.
TikTok ya había advertido sobre la posible suspensión de operaciones si no se garantizaba que no habría sanciones para las empresas asociadas.
La legislación fue aprobada en abril de 2024 y establece un plazo para que ByteDance venda sus operaciones en Estados Unidos a un comprador no considerado un “adversario”. Por su parte, TikTok ha defendido sus esfuerzos para salvaguardar la privacidad y ha negado ser utilizada como herramienta de propaganda por Pekín.
