“Le arrebataron la vida a mi gordita”, fue lo que dijo entre lágrimas Mari, tía de Alisson Gabriela, previo a ingresar a la primera audiencia del juicio oral que se realiza este jueves que dará paso a la sentencia en contra de la madre y padrastro de la menor, víctima de abuso sexual y físico.
Arropados por colectivos de feministas, Mari y otros familiares de la menor llegaron a la Casa de Justicia de Puebla, ubicada sobre la 11 Sur, ahí la tía de Alisson pidió que el juez a cargo del caso no desestime ninguna prueba presentada en contra de los presuntos responsables, quienes están sujetos a un proceso penal por los delitos de feminicidio y violación equiparada.
También solicitó una sanción ejemplar y sin dilación para evitar la repetición de hechos similares, por lo que dijo esperar que el juez brinde justicia y devuelva a la ciudadanía la confianza en las autoridades.
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Mari lamentó que los feminicidios sean “el pan de cada día” en México y que su sobrina forme parte de esa lista la violencia contra las mujeres, al tiempo recalcó que la violencia también está en casa y puede ser desde los propios padres, por lo que exhortó a la sociedad el cuidado de los infantes.
Asimismo, agradeció el respaldo de diversas colectivas que la han acompañado a lo largo de 3 años, entre ellas, Rocío Limón, madre de Paulina Camargo, quien se pronunció porque haya “condenas ejemplares para los monstruos” que cometen feminicidios.
En su intervención, el abogado de la víctima Álvaro Segovia Cruz dijo que esta audiencia es apenas el inicio del proceso para obtener una sentencia y que podría tardar semanas, pues se hará un desfile probatorio para acreditar los hechos, con el objetivo de lograr las penas máximas, que para este caso podrían rebasar los 50 años de prisión.
Fue el 24 de marzo de 2020, cuando Daniela N., mamá de Alisson Gabriela Haro Coyotl, llamó a los servicios de emergencia, pues dijo que su hija tenía un problema, cuando los paramédicos llegaron, encontraron el cuerpo de la niña en la orilla de la cama, sin signos vitales y sin ropa.
No obstante, fue trasladada al Hospital Universitario, donde el personal médico determinó que ya no contaba con signos vitales y su cuerpo presentaba huellas de violencia física y sexual, lo cual fue confirmado por la Fiscalía General del Estado (FGE) que detuvo a Daniela N. y a su pareja Víctor N. por el feminicidio de la menor.
Por Alejandra Olivera
Editora: Brenda Balderas
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