El pleno del Senado avaló por unanimidad modificaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, permitiendo que empleados de entidades como Pemex, Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) porten armas bajo autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El dictamen, aprobado sin discusión con 100 votos a favor, fue turnado al Ejecutivo federal tras argumentarse que la medida prioriza la “seguridad de áreas estratégicas y la seguridad pública” en México.
La iniciativa, impulsada originalmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, habilita específicamente a integrantes de empresas paraestatales, órganos autónomos, incluyendo al Banco de México y la Casa de Moneda, así como a personas físicas o morales, para el uso de armas de fuego en funciones de seguridad debidamente justificadas.
La reforma al artículo 24 fracción II establece que la portación deberá ajustarse a los requisitos de la ley y su reglamento, limitándose a casos donde las funciones públicas lo requieran. Entre sus disposiciones destacan:
- Restricción de calibres: Se reserva el uso exclusivo para las Fuerzas Armadas de municiones como 5.7 x 288 mm, .357 en sus variantes y 5.56 mm, con sanciones para posesión no autorizada.
- Se incorporan controles para silenciadores, equipos de visión nocturna, designadores láser y miras holográficas o térmicas, considerados elementos que potencian la eficacia operativa.
- Se establecen normas para el traslado de armas utilizadas por competidores olímpicos entre sus domicilios y campos de tiro.
La reforma refuerza los mecanismos de vigilancia sobre armas en manos de particulares, exigiendo la designación de un responsable legal del armamento en caso de fallecimiento o ausencia del titular. Asimismo, se amplía la tipificación de armamento, incluyendo dispositivos accionados por gas o aire comprimido dentro del marco regulatorio
