Michael Madsen, reconocido actor de Hollywood, falleció a los 67 años este 2 de julio, tras sufrir un paro cardíaco en su hogar de Malibú. Su publicista, Liz Rodríguez, confirmó la triste noticia, marcando un profundo luto en la comunidad cinematográfica.
Podría ser recordado por su papel como Mr. Blonde en la película “Reservoir Dogs” (1992), donde ofreció una de las escenas más emblemáticas del cine moderno al bailar mientras torturaba a un policía. Este personaje lo convirtió en un símbolo del criminal carismático y violento en el cine independiente de los años 90, en especial gracias a su colaboración frecuente con el director Quentin Tarantino.
A lo largo de su vasta carrera, que abarcó más de 300 títulos desde la década de 1980, Madsen destacó en películas como “Kill Bill” (2003-2004), donde interpretó a Budd, un hermano melancólico, y en “Donnie Brasco” (1997) como Sonny Black, un personaje que se volvió icónico en el mundo de la mafia.
Además de su trabajo como actor, Madsen era poeta y fotógrafo, publicando libros que revelaban un lado vulnerable y mate a su imagen de duro en pantalla. Era querido en la industria no solo por su autenticidad, sino también por su compromiso con proyectos independientes a pesar de alejarse de grandes producciones.
El legado de Michael Madsen perdurará entre los amantes del cine, con su pasión y su estilo inconfundible que resonarán en la memoria colectiva.
