Un inmigrante mexicano, Jesús Molina Veya, de 45 años, murió en un centro de detención de Georgia, presuntamente por suicidio. Su deceso, informado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), marca el segundo caso de muerte de un migrante bajo custodia en este estado y el octavo a nivel nacional.
Molina fue encontrado inconsciente a inicios de junio, con una ligadura alrededor del cuello, y fue declarado muerto el 7 de junio en un hospital local después de que se intentara reanimarlo en el Centro de Detención de Stewart en Lumpkin.
ICE está actualmente investigando las circunstancias de su muerte, que se da en un contexto donde el tratamiento de los detenidos en estas instalaciones ha sido objeto de controversia y crítica por negligencia médica.
Este incidente ocurre menos de un mes después de que otro mexicano, Abelardo Avelleneda Delgado, de 68 años, falleciera durante su traslado a un centro de detención en la misma área.
Amnistía Internacional ha señalado frecuentes denuncias sobre condiciones inhumanas y falta de atención médica en estos centros.
Al momento de su muerte, ICE indicó que Molina había sido arrestado en varias ocasiones por diversos delitos e ingresado a Estados Unidos de forma ilegal repetidamente. Su arresto más reciente fue por violación de libertad condicional, lo que deriva en una condena en abril de 2025. La agencia estadounidense ha negado las acusaciones de maltrato.
