Un equipo de investigadores, liderado por Roman Garba del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de la República Checa, dató con precisión varios artefactos descubiertos en la zona arqueológica de Korolevo, en el oeste de Ucrania, con la revelación de una antigüedad de 1,4 millones de años.
Estos artefactos representan el primer testimonio fechado con seguridad de la llegada de los humanos a Europa y proporcionan una visión esclarecedora sobre la dirección en la que colonizaron el continente, lo que sugiere un movimiento de este a oeste.
El yacimiento arqueológico de Korolevo es conocido por proporcionar herramientas paleolíticas desde la década de 1970, pero hasta ahora no se había podido datar con precisión.
Mediante un método basado en la desintegración de nucleidos, los investigadores determinaron la edad exacta de los sedimentos en los que se enterraron los artefactos, incluidas diversas herramientas de piedra.
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Además de la datación de los artefactos, los autores del estudio también investigaron la idoneidad del hábitat en los últimos dos millones de años.
Sugieren que los primeros homínidos probablemente aprovecharon los periodos interglaciares más cálidos para colonizar lugares de mayor latitud, como Korolevo, lo que respalda la ocupación humana en este período.
La ubicación geográfica de Korolevo, estratégicamente situada entre el Cáucaso y el suroeste de Europa, es fundamental para comprender la colonización humana en la región. Se sabe que el Cáucaso y el suroeste de Europa fueron ocupados por homínidos hace aproximadamente 1,8 millones y 1,2 millones de años, respectivamente.
La datación precisa de Korolevo, junto con su posición intermedia tanto temporal como espacialmente, respalda la hipótesis de la colonización de Europa de este a oeste, una teoría que hasta ahora carecía de una evidencia sólida.
Por Redacción
Editor: Carlos Jurado
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