Durante una audiencia ante el Comité de Apropiaciones del Senado sobre el presupuesto 2026, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, incluyó a México en una lista de “países adversarios enemigos” junto a Irán, Rusia y China, y aseguró que la administración de Donald Trump no permitirá que estos actores intimiden al país.
El intercambio surgió cuando el senador republicano Lindsey Graham cuestionó a Bondi sobre la postura de Estados Unidos frente a Irán tras el conflicto con Israel. “¿Puede decirle al régimen iraní: ‘No nos van a intimidar para evitar que hagamos lo que es mejor para Israel y para nuestra propia seguridad?'”, preguntó Graham.
Bondi respondió con firmeza: “Trump lo ha dicho alto y claro: ¡No nos dejaremos intimidar y mantendremos a Estados Unidos seguro gracias al liderazgo de Trump! No solo de Irán, sino también de Rusia, China y México“. Agregó que actuarán contra cualquier adversario, ya sea mediante amenazas físicas o el flujo de drogas como el fentanilo.
Antes de abordar el tema de Irán, Graham había interrogado a Bondi sobre la colaboración de México en la lucha contra las drogas. “¿México nos está ayudando con el problema de las drogas?”, preguntó. La fiscal evitó una respuesta directa, sugiriendo discutirlo en un ámbito clasificado, pero Graham insistió: “Lo quiero decir públicamente: No, no lo está. Ellos deben saber que la mitad de su país está gobernado por los cárteles. Nunca estaremos seguros aquí hasta que logremos que México cambie su estrategia”.
Bondi coincidió en señalar al Cártel de Sinaloa como responsable del daño causado por el fentanilo en Estados Unidos.
Bondi defendió las políticas de la administración Trump, asegurando que las fronteras están “cerradas” y destacando decomisos de armas y arrestos de miembros de cárteles. Sin embargo, no aclaró cómo se frena el tráfico hacia México, dejando en evidencia las tensiones en la relación bilateral.
