Una investigación de la Universidad de Duke reveló un aparente “sexto sentido” en el intestino que permite la comunicación entre el microbioma intestinal y el cerebro.
El estudio, publicado en Nature, documenta cómo ciertas bacterias intestinales liberan flagelina, una proteína presente en sus flagelos, durante la ingesta.
Dicha proteína activa el receptor TLR5 en células sensoriales del colon llamadas neurópodos. Estas envían señales al nervio vago que regulan funciones digestivas y controlan el apetito.
En experimentos con ratones, la administración de flagelina en el colon redujo su ingesta de alimento. En contraste, ratones con el receptor TLR5 desactivado comieron más y desarrollaron obesidad, demostrando que el sistema modula la sensación de saciedad.
Te puede interesar: 94% de playas en México son aptas para uso recretivo: Cofepris
Los investigadores describen este mecanismo como un “sentido neurobiótico” básico y evolutivo que permite al intestino reconocer patrones microbianos y comunicar al cerebro para ajustar la conducta alimentaria y proteger la salud.
Aunque probado en modelos animales, se espera que este hallazgo tenga una base similar en humanos. Con esto se podría entender y tratar problemas relacionados con el apetito, el estado de ánimo y enfermedades metabólicas como la obesidad.
Diego Bohórquez, autor principal del estudio, señaló que este sentido es esencial y muy antiguo, constituyendo una vía directa del intestino para informar al cerebro sobre la interacción con la microbiota y la ingesta de alimento.
