En 2026, el Gobierno de Puebla podría comenzar el desarrollo de un tren ligero qué iría de Cholula a Atlixco y llegaría hasta Izúcar de Matamoros, cuya función principal sería el traslado de pasajeros y mercancías, aunque también detonaría el turismo.
Así lo señaló el gobernador Alejandro Armenta Mier, quien mencionó que el proyecto, incluido en su Plan Estatal de Desarrollo, “es un sueño” aunque ya se está valorando y pronto comenzarían a realizarse los estudios correspondientes.
Incluso el mandatario mencionó que están recibiendo asesorías del director nacional de Tranvías, quien les ha dicho que es un proyecto “viable”, esto al señalar la alta carga vehicular que existe en la caseta a Atlixco.
Añadió que existen vías que se pueden modernizar y una ruta libre para ello, por lo que también podría darle mantenimiento al tramo que antes usaba el extinto tren turístico de Puebla a Cholula, para seguir hacia Atlixco hasta llegar a Izúcar de Matamoros.
“Sí estamos soñando con eso, los ferrocarriles y tren ligero son una opción, al igual que los cablebus estamos estudiando esa opción, la tenemos en mente, el dinero nos está alcanzando porque no hay moche, no hay milpa y yo estoy seguro que podemos lograrlo”, apuntó.
Mencionó que este tren sería “muy útil y está muy justificado” porque conectaría con la carretera que de Morelos hacia Oaxaca y Guerrero y sería otro acceso a la Ciudad de México.
“Así es que estamos en los estudios, si iniciamos sería el próximo año, tenemos una bolsa de recursos con la que podemos arrancar el proyecto, yo creo que sí se va a poder hacer”, apuntó.
Promete que será un “transporte de calidad y a buen precio”
Alejandro Armenta destacó que sería un tren ligero para el traslado de pasajeros y mercancía, aunque tambien serviría para impulsar el turismo a la región, con ello se evitaría que sea una carga al erario, como lo fue el tren turístico Puebla a Cholula.
En ese sentido, dijo que se buscará que la empresa encargada del proyecto sea nacional o internacional tenga proveeduría local y productos en línea, que no sean prototipos.
Lo anterior, para garantizar un transporte de calidad y a buen precio, y evitar gastos excesivos en su mantenimiento como ocurre actualmente en el Teleférico, pues al ser un prototipo sus piezas son únicas, por lo que cuando falla alguna se tienen que elaborar, de manera que mantenimiento le cuesta al Estado 80 millones de pesos.
Editor: Renato León Aranda
