El conflicto legal de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) terminó por romper la tregua política que mantenían las bancadas de Morena-PT y el Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso del Estado.
El pacto de civilidad y madurez poco les duró a los legisladores panistas, quienes, encabezados por Mónica Rodríguez Della Vecchia, subieron a tribuna para hacer estallar la bomba que empapó a los morenistas.
El escenario de gritos y confrontaciones inició minutos después de que el titular de la Secretaría de Educación del gobierno estatal, Melitón Lozano Pérez, se retiró del Pleno luego de concluir con su comparecencia este martes.
Una pregunta lanzada por la diputada Aurora Sierra Rodríguez fue la antesala del encontronazo que se desataría minutos más tarde: “¿qué ha hecho usted, señor secretario, para responder a la incertidumbre de más de 10 mil familias?”, dijo.
“No se puede devolver lo que no se tiene”, respondió Lozano Pérez, en un intento de explicar que el Poder Ejecutivo nada tiene que ver con el cierre del campus, y que el conflicto entre particulares debe resolverse en los tribunales.
Una vez reanudada la sesión, tras la salida del secretario, Rodríguez Della Vecchia –cobijada por su grupo legislativo– tomó el uso de la palabra para empezar con la discusión.
Mientras Oswaldo Jiménez López, Rafael Micalco Méndez, Guadalupe Leal Rodriguez, Nancy Jiménez Morales y Eduardo Alcántara Montiel sostenían carteles con la leyenda “UDLAP Libre”, la panista exigía a la fuerza pública del estado devolver las instalaciones de la universidad insignia.
“Amparos y sentencias federales han ordenado la devolución del campus, pero elementos de la justicia del estado se han opuesto”, comentó.
En respuesta inmediata, casi como un reflejo, la presidenta de la Mesa Directiva y coordinadora de la bancada del Partido del Trabajo (PT), Nora Merino Escamilla, salió a refutar los señalamientos de su homóloga.
Y fue cuando, en un reto realizado por la legisladora petista, la discusión política se endureció: “yo los invito a que en este momento podamos ir a la UDLAP para ver si está tomada por el Gobierno del Estado”, refirió.
Merino Escamilla no dejó pasar su intervención sin antes mencionar que los gobiernos panistas fueron cómplices del desfalco millonario que realizó la familia Jenkins, en la fundación que lleva el mismo nombre.
Con los ánimos subidos de tono, la diputada Mónica Rodríguez regresó a tribuna para responder que aceptaba el reto de su compañera:
“Acepto el reto y es más, invito a todos los estudiantes que nos ven a que vayamos y si está abierto, que de una vez se empiecen a tomar las clases presenciales”, sentenció.
Pero ahí no paró el problema. El circo legislativo se trasladó a las instalaciones de la UDLAP minutos después, cuando el séquito de diputados del PAN se hizo presente en el lugar para arreciar aún más el conflicto.
Con la presencia de decenas de estudiantes llegaron a evidenciar lo que ya se sabía: el campus permanece cerrado y vigilado por seguridad privada debido a la pugna legal que mantienen los dos patronatos que se acreditan como legítimos.
Para no quedarse atrás, Merino Escamilla también acudió al sitio acompañada por el presidente del Congreso, Sergio Salomón Céspedes Peregrina y otros legisladores del grupo parlamentario de Morena.
“No está tomado por la policía estatal y nada tiene que ver el Ejecutivo”, dijo una de las protagonistas del encontronazo, mismo que fue aprovechado por distintos actores para tomar protagonismo político.
La discusión, como era de esperarse, nada resolvió para miles de estudiantes de la universidad privada y en su lugar, fue aprovechado por distintos actores políticos para ganar reflectores.
Por: Vera Fernández
Editor: Guillermo Pérez Leal


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