SpaceX anunció el jueves que su nave Starship, que tenía como objetivo orbitar la Tierra y aterrizar en el océano Índico, explotó poco después de su séptimo vuelo de prueba, posteriormente se desintegró. El cohete Super Heavy, de 71 metros de altura, encendió sus 33 motores y despegó de las instalaciones de Starbase en Boca Chica, Texas.
Los detalles exactos sobre la explosión aún no se conocen. La Starship contaba con un “sistema de terminación de vuelo” diseñado para desintegrar el vehículo si se desviaba demasiado de su trayectoria. La destrucción ocurrió aproximadamente 10 minutos después del lanzamiento, cuando la nave alcanzó una altitud de 146 kilómetros y una velocidad de 21 mil 317 kilómetros por hora.
Se compartieron imágenes y videos en redes sociales que supuestamente capturan el momento de la explosión sobre el Caribe. Musk incluso publicó una imagen y minimizó la situación al afirmar que “¡el entretenimiento está garantizado!”.
Minutos tras el lanzamiento, el Super Heavy apagó sus motores y SpaceX logró guiarlo exitosamente de regreso a la plataforma de lanzamiento, donde aterrizó con precisión cerca de la torre conocida como “Mechazilla”. Esta es la segunda vez que la compañía logra este tipo de aterrizaje.
Perfeccionar esta maniobra es fundamental para SpaceX, que busca establecer un proceso rutinario para aterrizar y relanzar los cohetes Super Heavy y, eventualmente, las naves Starship.
El propósito de la nave Starship era completar una órbita alrededor del planeta y durante este trayecto intentar desplegar 10 “simuladores” de satélites, que según SpaceX eran “similares en tamaño y peso” a los futuros satélites de Internet Starlink.
La nave funcionó correctamente durante los primeros minutos. Aproximadamente dos minutos y medio después del lanzamiento, se separó con éxito del propulsor Super Heavy y encendió sus seis motores. Tras volar durante unos cinco minutos, uno de los tres motores internos se apagó.
Poco después, otros motores comenzaron a fallar, como se pudo observar en la transmisión en vivo. A los 8 minutos y 30 segundos, cinco de los seis motores estaban inoperativos y el tono de la transmisión cambió de celebraciones a preocupaciones sobre el “estado de la nave”.
Cerca de 10 minutos después del despegue, los presentadores Dan Huot y Kate Tice confirmaron que se había perdido la Starship. Elon Musk, CEO de SpaceX, proporcionó un análisis preliminar sugiriendo que una fuga de combustible podría haber sido la causa del fallo.
En su cuenta oficial en X (anteriormente Twitter), SpaceX resumió el incidente como un “desmontaje rápido no programado”, un término que utilizan para referirse a explosiones o destrucciones no planeadas.
“La nave espacial sufrió un desmontaje rápido e imprevisto durante el ascenso. Los equipos seguirán revisando los datos de la prueba de vuelo de hoy para comprender mejor la causa. Con una prueba como esta, el éxito viene de lo que aprendemos, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship“, publicó la empresa espacial en su cuenta de X (antes Twitter).
